Uno de los principales problemas derivados de las enfermedades de larga duración es que los niños y niñas que las padecen, se encuentran en situación de desventaja respecto a su permanencia en el sistema educativo ya que no pueden asistir con regularidad a su colegio y recibir la enseñanza a que tienen derecho. Durante la hospitalización los niños y niñas pueden acudir a las aulas hospitalarias, pero cuando acaban la estancia en el hospital, muchos permanecen en casa sin recibir apoyo educativo.
Esta ausencia de apoyo educativo es la razón por la cuál se crea el programa de Atención Educativa Domiciliaria. De esta manera, los niños y niñas que padecen efermedades de larga duración reciben el apoyo educativo que es necesario.